La verdadera calidad humana
Reflexionando un poco!
En el camino que andamos siguiendo a nuestro Señor Jesús, la calidad humana también es importante, teniéndola nos ayuda a ser mejores personas, como también a ser buenos hijos/as de Dios!!
Acompáñame a leerla!!
Muy poca gente habla de calidad humana. En esta
época todos hablan de calidad de los productos, de calidad de los procesos,
calidad de servicios, calidad de sistemas… Muy poca gente, habla de calidad
humana, calidad de vida… y sin ella, todo lo demás es apariencia, sin
fundamento.
Hablar de calidad humana, es cuidar nuestros vínculos
con los demás. Necesitamos rehacer nuestros vínculos humanos. De nada sirve
trabajar de sol a sol en un lugar donde no tenemos amigos y llegar cansados a
un hogar en el que nadie se interesa en saber cómo nos fue.
Para qué trabajar tanto, si nos sentimos solos?
Es triste leer un libro y no tener alguien con quien comentarlo; es doloroso
sentirse preocupado y no contar con una persona a quien abrirle el corazón.
De nada vale estar al frente de una cancha de
tenis, de fútbol, o frente a un juego de salón; si no tenemos con quien jugar,
con quien disfrutar ese momento. Para qué tener lo que no se puede compartir? Ni
las cosas, ni el dinero poseen valor intrínseco. El valor de lo material esta
en su aplicación; en el servicio a alguien más, o la convivencia con alguien
más.
La belleza de tener, está en compartir. La magia
de luchar por una prosperidad económica, estriba ni mas ni menos, en poder ver sonreír
a alguien a quien le damos el privilegio de disfrutar lo que ganamos. Eso es
parte de la naturaleza humana: dar, convivir, amar, servir….ayudar…
En muchas ocasiones estamos asustados, asustados
de lo que tal vez no podemos hacer, asustados de lo que pensaría la gente si
tratamos. Permitimos que nuestros miedos se interpongan en nuestros sueños.
Decimos no, cuando queremos decir sí. Murmuramos,
cuando queremos gritar, después… después gritamos, y a quién no teníamos que
hacerlo: por qué?
Después de todo, cruzamos por esta vida sola
una vez, no hay tiempo para tener miedo. Asi que intenta… intenta aquello que
no has hecho, arriésgate, participa en el maratón, escriba aquella carta, enfréntate
como ganador a las cosas cotidianas. El tiempo no regresa. No tienes nada que
perder, y todo…. Todo por ganar!
(Padre Gregorio Mateu).
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Paz y gracia!
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