Jesús y Zaqueo
Un encuentro único y especial entre Jesús y el hombre
Dios te continúe bendiciendo!
Para el breve estudio de la palabra tendremos la base bíblica de Lucas 19: 1 al 9, probablemente ya haz escuchado sobre esto. Esta historia es muy variada en su contenido y dependiendo el enfoque que cada quien le pueda dar.
En esta oportunidad con la ayuda de Dios, tendremos diferentes puntos para ver, bien pueden ser pinceladas para luego ser desglosadas ampliamente.
Espero sea de provecho para ti, manos a la obra!!
Habiendo
entrado Jesús en Jericó, iba pasando por la ciudad.
Y sucedió que
un varón llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos, y rico, procuraba ver quién era Jesús; pero no podía a
causa de la multitud, pues era pequeño de estatura.
Y corriendo delante, subió a un árbol sicómoro
para verle; porque había de pasar por allí.
Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando
hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es
necesario que pose yo en tu casa. Entonces él descendió aprisa, y le recibió
gozoso. Al ver esto, todos murmuraban, diciendo que había entrado a posar con
un hombre pecador. Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí,
Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a
alguno, se lo devuelvo cuadruplicado.
Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a
esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham. Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a
salvar lo que se había perdido.
En esta lectura nos encontramos
con el escenario de que el Maestro iba pasando
en una de esas largas caminatas y pasaría por donde Zaqueo estaría en
espera de él.
Las enseñanzas que podemos obtener
de esto es:
Primero, Jesús iba pasando y en su Omnisciencia sabía que estaría un hombre allí esperando a que pase. Lo llamó por su nombre. Nos preguntamos de dónde sabía Jesús el nombre de Zaqueo si no se conocían?
Esto nos confirma la palabra que
dice en el libro de Jeremías:
Antes que te formase en el vientre
te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las
naciones. (Jeremías 1:5).
Dice una parte de la escritura
que nuestro Dios, sabe la cantidad de cabello que tenemos, que llama a las
estrellas cada una por su nombre. Entonces, no te conocerá Jehová Dios a ti? O no me
conocerá a mi?
Pues qué bueno que Dios nos
conoce mejor de lo que nosotros creemos conocernos a nosotros mismos. Y que así mismo obra a nuestro favor.
Segundo, se señala el hecho de que Zaqueo era pequeño de estatura física. Pero Oh sorpresa! A él no le importo esto y más bien procuro buscar una manera de cómo acercarse a Jesús.
El esfuerzo de Zaqueo nos enseña
que no importa si tenemos algún elemento físico, que pudiera ser a nuestra
vista una limitante. Eso no nos impide llegar al Maestro.
Si entiendes que hay algo físico según tu percepción que te impide
buscar a Dios, pues esta es la hora que te digo, haz un esfuerzo, llénate de
coraje y ve en busca del Señor. También el Señor ve y recompensa conforme a su
voluntad el esfuerzo que puedes hacer tu por buscarle.
No dejemos que las
preocupaciones, las distracciones, los afanes, nos alejen de Dios.
Cuando Jesús llegó a
aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date
prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa. (Lucas 19:
5).
¿Acaso se quedará Jesús de brazos
cruzados viendo nuestro esfuerzo por buscarle?
Si a Zaqueo que era un publicano
y tomaba lo que no era suyo, le tuvo misericordia, cuánto más a nosotros!
Tercero, hay un aspecto importante: la actitud que tuvo Zaqueo:
Entonces él
descendió aprisa, y le recibió gozoso. (Lucas 19:6).
Zaqueo bajó del árbol, con gozo y
de prisa, es decir, con un ánimo resuelto para recibir a Jesús.
Ese es el ejemplo que debemos
tomar de ese personaje, recibir a Cristo con ánimo pronto, y con gozo.
Cuarto: Se produce un cambio
Entonces Zaqueo,
puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los
pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado.
(Lucas 19:8).
En ninguna parte de la escritura
dice que Jesús lo mando a hacer tal cosa, o que Jesús le insinuó tal cosa.
Zaqueo mismo por su cuenta dijo que devolvería la mitad de sus bienes a los
pobres y devolver cuadruplicado si ha defraudado a alguno.
¿Qué significa esto?
Que no necesitamos hacer nada por
nuestra propia cuenta para ganarnos el amor de Dios, es Jesús con su presencia,
con su toque quien hace la obra, quien produce el cambio en la persona.
Así que podemos estar tranquilos,
no es necesario hacer cosas y cosas para que Dios nos apruebe o nos ame, paso a
paso se irá dando el querer como el hacer conforme a nuestra búsqueda y
crezcamos en la Gracia y conocimiento de Dios.
Poco a poco nos iremos
sensibilizando a Dios, a su palabra, y a las necesidades de los demás.
Cuando Cristo pasa por un lugar,
las cosas cambian.
Quinto: Cumplimiento
Jesús le dijo: Hoy
ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham.
(Lucas 19:9).
Esto es lo que en principio sabemos
que tendremos, al aceptar a Cristo, es cuando llega la salvación a nuestra
vida, alma, casa, familiares.
Sexto: Promesa
Porque el Hijo del
Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido. (Lucas 19:10).
Muchas veces creemos que estamos
tan sumidos en una vida desorganizada, llena de pecado, que a nuestra mente se
nos hace imposible creer que Jesús se
interesa por nosotros, pues es aquí donde se cumple que Cristo vino a buscar lo
que la gente y el mundo da por perdido.
Aquello que es desestimado por el
hombre, menospreciado, justamente es lo que Jesús vino a rescatar para exhibir su
poder y gloria.
Jesús no le pidió a Zaqueo que
dejara nada, solo le pidió que lo deje posar en su casa. Cristo no te impondrá condiciones para que llegues a él,
sólo nos pide que lo dejemos entrar, luego se encargará de hacer el resto.
En resumen, esta historia de
Jesús y Zaqueo nos enseña que cuando tenemos determinación de buscar de Dios,
encontraremos una salida o estrategia como le fue para Zaqueo el árbol sicómoro,
eso lo ayudo para que Jesús lo viera. Aunque ya Zaqueo estaba en la mente de
Cristo.
No dejemos que ningún factor nos
impida buscar de Dios, de su misericordia, hagamos un esfuerzo como Zaqueo que
se atrevió a desafiar a la multitud, su baja estatura y como vemos logró llamar
la atención del Maestro y la salvación llegó a su casa.
Tú no sabes si el primer paso que
des hoy en fe, puede ser el que
determine tu vida en las manos del Señor y la de tu familia.
Paz y Gracia.
Que buen mensaje, me alienta a seguir hacia adelante. Es cierto que existen diferentes problemas en la actualidad, comparados con los de aquellos tiempos, pero la solución es la misma el encuentro con Dioseñ es el comienzo de una etapa de bendiciones y sanidad.
ResponderBorrarNuevamente gracias por escribir este tipo de información.