La conversión
Dios te bendiga más!
Para el día de hoy tenemos una pequeña reflexión/estudio sobre la conversión, a Cristo.
Acompáñame:
Estamos en
una sociedad en donde muchas cosas son “normales”, donde:
Levantar falsos
testimonio en contra de otra persona es “normal”, porque eso es ser sincero.
Una infidelidad a la pareja es “normal” porque
“los hombres son así” y las mujeres dicen
“sí él lo hace yo también puedo”.
La falta de humanidad es “normal” porque no es mi
problema es el tuyo.
Hacer a un lado a todo el que se pueda, es
“normal” porque hay que tener éxito por encima de la cabeza de quien sea.
Existen una infinidad de razones por las que
muchas cosas son normales. Y lo peor de todo, es que cada vez más se pierde la
consciencia. La capacidad del respeto y el
pudor.
Necesitamos convertirnos de muchas cosas.
El significado de conversión o convertirse es:
Que el
alma se vuelve del pecado a Dios. El apartarse del pecado es el paso del
arrepentimiento, y el volverse a Dios es el acto de fe mediante el cual la
salvación se hace posible.
¿A qué o quién nos convertimos?
A Dios,
aceptando a Cristo como nuestro Señor Y Salvador.
Porque hemos entendido y reconocemos la mala
vida que hemos llevado (de pecado), y nos damos cuenta que nuestra alma tendrá
un destino al final de nuestros días.
Entendemos que sólo en Cristo obtendremos la
paz que buscamos, y nuestra alma si así elegimos el camino de la vida,
regresará a las manos de Dios. O en su defecto a un lugar de tormento.