Nuestra fe
Para hoy tenemos una pequeña reflexión, acerca de la fe. Tanto que hablamos de ella, lo mucho que se menciona. En momentos especiales surgen algunas interrogantes.
Acompáñame a descubrirlas!!
Cada creyente como hijo de Dios
se verá afectado por situaciones que no le agrada, llegará circunstancias que seremos nosotros mismos
que la propiciaremos y otras en las que seremos llevados, así como Jesús fue
llevado por el Espíritu al desierto.
Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por
el Espíritu al desierto. (Lucas 4:1).
Mientras atravesamos cualquiera
de estas situaciones, hay un elemento que es común, constante que es la llamada
Fe.
Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que
no se ve. (Hebreos 11:1)
Una buena pregunta puede ser, ¿cómo
es nuestra fe en esos momentos?
¿Fe cuando todo está saliendo
bien?
¿Sentimos fe cuando no todo está
saliendo bien?
¿Depende nuestra fe de las
situaciones? O son las situaciones las que dependen de nuestra fe?
Es un hecho claro de que la fe de
todo buen creyente en Dios, debe estar basada en Cristo y lo que él hizo por
nosotros.
Es la cruz de Cristo y su
sacrificio lo que debe dar fundamento y sentido a la fe cristiana.
Como personas integrales que
somos, tenemos emociones y sentimientos.
¿Depende mi fe de cómo yo me
sienta? ¿Depende mi fe de lo que yo tenga en cuanto a bienes o amistades?
Hay momentos que como seres imperfectos
experimentamos la fe mental y lógica. Es decir, que con la razón y el
conocimiento tenemos fe, sabemos que tenemos, pero será eso suficiente para
salir adelante?
Dice el Apóstol Pablo en una de
sus epístolas:
Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy
enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener
abundancia como para padecer necesidad. (Filipenses 4:12)
Este verso nos enseña de que
nuestra fe no debe estar basada en los momentos, y según nuestro estado de ánimo.
En resumen, la enseñanza de esta
reflexión es que todo lo que podamos hacer
y ser en el camino de Dios se encuentra en el fundamento de que Cristo
nos ama, Él nos ama de manera personal, y que la fe nuestra va dirigida en El y
hacia Él, poniendo nuestra mirada en El.
Aprendamos que nuestra Fe, no depende de la razón, del
sentimiento, de la emoción, está en Dios para su Gloria.
Paz y Gracia.
Excelente reflexión
ResponderBorrarSin duda alguna... Sin Fe es imposible agradar a Dios
ResponderBorrarAsí es....
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