Continuamos con la segunda entrega de éste glorioso tema!
Dios te continúe bendiciendo a ti que vas a
leer estas líneas!
Seguimos con los principios para ser una mujer de ministerio, vamos a darle un vistazo a los siguientes puntos:
Porque todos los que
son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. (Ro 8:14).
Una mujer de ministerio se deja guiar por el Espíritu
Santo, su guía es tan importante ya que nos guía a toda verdad, luz, justicia. Si
nos dejamos llevar por el, todo lo que hagamos será del agrado de Dios y todo
quedará ungido por su Santo Espíritu.
Ser guiadas por el Espíritu Santo puede ser de
bendición para tantas personas que tal vez no nos imaginamos. A través de nuestro actuar
convenceremos a las personas que no conocen de Dios a que lo busquen con su
corazón.
Y fueron todos llenos
del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu
les daba que hablasen. (Hch 2:4).
Después de ser guiadas, el Espíritu Santo nos
llena. Es algo inexplicable, sentimos que todo lo que necesitamos lo tenemos,
la llenura del Espíritu Santo se traduce en paz, gozo. Y somos capacitadas por él,
para llevar a cabo la misión que nos ha sido entregada.
Y muy importante es el mismo Espíritu Santo que
nos da qué hablar, qué hacer en determinados momentos o cuando más estamos
necesitando su guía.
Y así que vino hasta
Lehi, los filisteos salieron gritando a su encuentro; pero el Espíritu de
Jehová vino sobre él, y las cuerdas que estaban en sus brazos se volvieron como
lino quemado con fuego, y las ataduras se cayeron de sus manos. (Jue 15:14).
En esta parte vemos que el Espíritu Santo en el
Antiguo Testamento descendía. En este verso descendió sobre Sansón, al ser
lleno del Espíritu Santo tuvo poder de quebrar las cuerdas, con su poder la mujer
de ministerio rompe barreras, rompe todo tipo de obstáculos, por qué? Porque tiene
la unción, el poder del Santo de Israel.
Es decir, que tendrás fuerzas para resistir los
dardos de fuego del enemigo, así como todos los impedimentos que se añadan para
que no cumplas con lo que Dios te ha dado. Mujer tienes poder!!
Sometidas
a Dios y a sus líderes espirituales. Qué es eso?
Someteos, pues, a
Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. (Stg 4:7).
En este apartado queremos resaltar que primero
debemos someternos a Dios, esto se traduce, en obediencia, temor y fidelidad a Él y a su palabra. Si no nos sometemos a Dios a
quien no vemos, cómo nos vamos a someter a quien vemos? Es para pensarlo.
Por esto, cuando nos sometemos a Dios, fácilmente
nos sometemos a los líderes espirituales, ya sea en la congregación en la que
estamos o a nuestro mentor o guía espiritual al cual acudimos para cualquier asunto.
Por causa del Señor
someteos a toda institución humana… (1P 2:13)
Aquí el Apóstol Pedro nos insta que a todo ente
humano al cual se le deba respeto, que seamos obedientes o que tengamos
reverencia. Por ejemplo: al Presidente de la nación se le respeta y cuando
dicta un decreto sus funcionarios y el pueblo lo aceptan. Así es como Dios quiere
que hagamos, que tengamos respeto, reverencia, como su fuera a el mismo.
Siervos, obedeced a
vuestros amos terrenales con temor y temblor, con sencillez de vuestro corazón,
como a Cristo. (Ef
6:5).
El Apóstol Pablo insta a todos los sierv@s a que obedezcamos a nuestros amos, tanto si
estamos en el empleo, en la iglesia, en alguna otra organización en la cual
exista alguien superior en jerarquía a nosotros.
Cuando no nos sometemos a nuestros líderes, no
generamos confianza en la gente, por esto es mejor estar en el orden que en el
desorden.
Tus frutos:
Mas el fruto del
Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre,
templanza; contra tales cosas no hay ley. (Gá 5:23).
Uno de los aspectos más importantes es que
cuando somos nuevas criaturas, vamos dando fruto, es decir, nuestra forma de
pensar, actuar van cambiando.
La mujer de ministerio debe reflejar el amor,
el gozo, paciencia, fe, etc. Porque esto muestra que ya es otra mujer renovada,
nueva a la manera de Dios.
Por nuestros frutos conocerán si somos mujeres
de fe, mujeres de ministerio.
Tu llamado
al ministerio.
Por lo cual asimismo
oramos siempre por vosotros, para que nuestro Dios os tenga por dignos de su llamamiento,
y cumpla todo propósito de bondad y toda obra de fe con su poder. (2Ts 1:11).
Tu llamado a la obra de Dios es santo e
irrevocable, y es digno. Además accionar para que seamos dignos del llamado que
hemos recibido.
Oídme, costas, y
escuchad, pueblos lejanos. Jehová me llamó desde el vientre, desde las entrañas
de mi madre tuvo mi nombre en memoria. (Is49:1).
Cuando nuestro Dios nos llama lo hace como dice
el profeta, desde el vientre de la madre. Por lo que ya Dios ha diseñado lo que
quiere que hagamos para su Gloria.
Y él mismo constituyó
a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores
y maestros, a fin de perfeccionar a los
santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo. (Ef 4:11,12)
Procurad
los dones espirituales:
Procurad, pues, los dones mejores. Más yo os
muestro un camino aun más excelente. (1 Co 12:31).
Porque a éste es dada por el Espíritu palabra
de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro,
dones de sanidades por el mismo Espíritu. A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a
otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a
otro, interpretación de lenguas. (1 Co 12:8-10).
Si quieres recordar los primeros principios, accede aquí: Principios para ser una mujer de ministerio parte I
Desde el vientre de tu madre Dios te llamo con un plan ya diseñado, el Apóstol Pablo menciona diferentes funciones para el Cuerpo de Cristo, tu llamado puede estar en uno de esos.
Desde el vientre de tu madre Dios te llamo con un plan ya diseñado, el Apóstol Pablo menciona diferentes funciones para el Cuerpo de Cristo, tu llamado puede estar en uno de esos.
Finalmente, todo es un proceso, primero un paso y luego otro. No nos desanimemos, tomemos aliento y sigamos en la perseverancia, Dios es fiel y nos capacita para toda buena obra, y si la estamos pidiendo mucho más todavía!
Dios te continúe bendiciendo!
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