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2/9/13

Nuestra identidad en Dios parte uno

Nuestra identidad en Dios Parte uno!




Dios te continúe bendiciendo!


Hoy vamos a tratar Nuestra identidad en Dios, orientado hacia la educación cristiana en cuanto al fortalecimiento de nuestra fe y de quiénes somos en Dios. Pretendemos con este tema saber quiénes somos en Cristo, tener identidad, cómo así, si yo soy hij@ de Dios? Este es el primer paso para construir una identidad fuerte, pero todavía queda mucho por hacer!


Acompañe a darle un vistazo!!


Vamos a iniciar con este verso:


 Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros. (Éxodo 3:14)

Este texto es bastante rico en su contenido, se pueden obtener diferentes enseñanzas, pero vamos a dirigirla en este caso a  nuestra identidad como hijos de Dios.

En este contexto vemos esta respuesta de parte de Dios a Moisés que se puede leer como sencilla pero a la vez tan compleja. Moisés hace la pregunta clave: Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les responderé? (Éxodo 3:13).

Si ahora mismo alguien nos pregunta quién eres tú en Cristo? Que le responderíamos?

Citamos estos primeros principios para adquirir identidad en el Señor, su importancia es vital  en el mundo natural como en el mundo espiritual.  El espíritu todo lo discierne.

1.       Cuando nacemos de nuevo, obtenemos otra identidad, con el viejo hombre/mujer éramos “fulano tal” pero ahora somos llamados “hijos de Dios”, “sierv@s de Dios”. Somos cambiados en otra persona tanto por dentro como por fuera.
2.       La base de nuestra identidad está en la cruz del calvario, ya Cristo lo hizo. Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, y  hermana y madre. (Mateo 12:50). Nos damos cuenta? Ya somos otros.
3.       Para tener identidad en el Señor, el Espíritu Santo debe morar en nosotros. Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. (Romanos 8:14).
4.       Después de haber nacido de nuevo, hacemos la voluntad de Dios guiados por el Espíritu Santo, también por nuestros frutos nos conocerán. Porque cada árbol se conoce por su fruto; pues no se cosechan higos de los espinos, ni de las zarzas se vendimian uvas. (Lucas 6:44).

Hay una realidad y es que, para saber quiénes somos en Dios, tendremos que vivir nuestras propias experiencias, diríamos Obvio verdad?  Pues en la práctica muchas veces no se da así, algunos vivimos la fe del evangelio por la vida y testimonio de otros, en vez de tener la nuestra propia, a veces queremos hacer lo que hace otro porque se ve fácil o decimos pero si él hace eso yo también.  Pues aquí estamos copiando a otro, no somos nosotros mismos.

De forma natural cada un@ porta una identificación, una cédula, una licencia de conducir, algo que nos indique una referencia de quienes somos.  Hay lugares que si no presentamos una identificación no nos dejan pasar, para trámites legales qué necesitamos? Otra vez la identificación. Entonces notamos la importancia que tiene esto para hacer las cosas “normales” del día a día, cuanto más en lo espiritual!

Cuando nos encontramos en esa búsqueda podemos hacer algo muy bueno:

Pedirle a Dios en oración que nos revele quienes somos. Cómo así? Sí.  Crea que Dios lo hace!! Una de las formas de Dios responder es cuando nos asemejan (guardando la debida distancia) con algún personaje de la Biblia.

Démosle un repaso a los primeros principios mencionados anteriormente, nos quedan algunos principios para continuar con el desarrollo del tema, pero eso será en una segunda entrega.

Paz y gracia!
avivameentucamino.blogspot.com

1 comentario:

  1. Dios bendiga a nuestra hermana Rosa Pieternella, ya que este artículo será de mucha bendición. Quisiera, con su permiso, y después de corroborar con ella, agregar algo al mismo. El solo hecho del encabezado "Nuestra identidad en Dios" nos sugiere que existe la posibilidad, de por lo menos otra identidad dentro del mundo espiritual. Y es que en el mundo espiritual el ser humano tiene la facultad de utilizar la identidad del bien o la del mal. Son nuestras actitudes las que revelan, en una determinada circunstancia, la identidad que poseemos. Cuando Jesús le dijo a Pedro: "Quítate de delante de mi,Satanás" Mt 16:23 estaba revelando la identidad que estaba usando, el discípulo, en ese momento. Pablo dijo: "Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados" Ef 5:1. Cuando imitamos a Dios como hijos amados, usamos la identidad de Jesús, a quién se le dijo: "Este es mi hijo amado en quien tengo complacencia" Mt 3:17. Por lo que cabe decir "Dime a quien Imitas y te diré tu identidad" Bendiciones!!!
    -Juan Alberto

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