Irreverencias en las congregaciones
Hola!! Dios
te bendiga más.
Para hoy tenemos una pequeña reflexión acerca
de algunos comportamientos que se suponen no son adecuados cuando ya estamos en
la casa de oración de Dios.
Verdaderamente hay todo tipo de personas y todo
tipo de situaciones que también encontramos aún en la congregación, donde se
supone que es para rendir reverencia a Dios, mediante las diferentes partes que
se presentan en el servicio.
Manos a la obra!
Algunas de ellas son:
El cuchicheo entre
los hermanos.
Puede que haya una necesidad de decir o
preguntar algo rápidamente pero breve, no una conferencia.
Cuando llegamos.
Si llegamos tardecito y su congregación no es
muy grande en cuanto a miembros y físicamente, cuando llega e interrumpe
diciendo Dios le bendiga. Lo mejor es llegar en silencio y si queremos saludar
hacerlo con un gesto.
El celular.
Estar conectado al celular y no al servicio. Es
mejor apagar o poner en vibración el móvil, para que no pierda concentración.
Masticar chicles.
Si llegamos ya a la iglesia terminemos de
masticar chicle y echémoslo en la basura. Pero no dure el servicio completo con
el chicle en la boca, como que no se ve muy bien eso.
La basura en su
sitio.
Ya sea que compremos una botellita de agua y
terminemos con ella, por favor, no la dejemos tirada como si nada, si ya
terminó póngala en el zafacón. Así como cualquier otra cosita que hayamos
comida no dejemos el reguero ahí plantado, mejor tengamos orden.
Prestar atención al
público.
Si no nos toca estar como espectador del
servicio o del evento, fijemos la mirada adelante y no en cómo van vestidos
cada quien, si ya vio la ropa que trajo puesto fulano de tal, pues vuelva rápidamente
y concéntrese, no comience a entretener la mente con que “yo también quería esa
ropa, o zapato, o ese celular”. No dejemos que la mente divague con estos
pensamientos.
No prestar atención
al mensaje.
Antes de que el predicador entre en función,
haga todo lo que tenga que hacer. Si tiene que ir al baño, vaya, si necesita comerse
algo ligero (no es lo debido, pero si no puede aguantar) hágalo rápido, una vez
ya el predicador esté dando el mensaje por favor, no dejen sus asientos para
estar saliendo y entrando de la iglesia, esto saca de concentración tanto al
predicador como al que quiere estar en comunión con la palabra de Dios.
Es de muy mal gusto que esté el predicador en
su labor, y simplemente salimos o dejamos el lugar, usted sabe cuál es el
mensaje que inconscientemente comunicamos?
Estamos comunicando “No me interesa ni tú, ni
tu mensaje”.
A quién le gustaría que le pasara eso? Creo que
a nadie.
Como vemos en todas partes hay situaciones y
personas peculiares o curiosas.
Estas fueron algunas pinceladas de los casos
que se viven a diario en las congregaciones, si tienes alguna otra, por favor compártela.
Finalmente, cuando vayamos ya sea a la iglesia o cualquier otro lugar en el que es necesario prestar atención, procuremos hacer todas las cosas antes de la sección o parte principal, lo ideal es que vayamos listos para gozarnos y atender lo que estamos haciendo, pero como somos humanos imperfectos, hagamos nuestro mejor esfuerzo.
Paz y Gracia.
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