De qué te escondes?
Dios te continúe bendiciendo hoy y siempre!
Una de las cosas que más fácil sabe hacer el
hombre/mujer es esconderse sea cristiano o no cristiano. Es una capacidad
innata que todos poseemos. Ahora bien, vamos a dirigirnos a los hijos de Dios
que por un motivo u otro se esconden. Tal vez las preguntas serían: de qué? Quién?
A dónde? Y por cuánto tiempo nos escondemos? El propósito que tenemos es
arrojar luz en nuestra educación cristiana, aplicándolo al crecimiento
espiritual.
Acompáñame a darle un vistazo!!
Podemos entender la palabra esconderse como
ocultar alguna cosa o persona. Siempre hay una motivación por la cual sucede
esto. Puede ser buena o mala. Pero el que sea bueno o malo lo determina el
momento? Si el momento lo determina
puedo ser culpable o inocente? Juzgue
cada uno según su criterio.
Tres puntos surgen de esto en el día a día:
1)
Cuando el hombre/mujer siente que le
ha fallado a alguien se esconde. Esto es, al tener una “responsabilidad o tarea” que nos han confiado
creyendo en nosotros, y no hacemos las cosas como se supone que se espera, nos
sentimos mal porque según nuestro entender hemos fallado.
2)
Cuando el hombre/mujer siente vergüenza
por algo se esconde.
Este “algo” puede ser tanto de nosotros como de otros, cómo así? Ejemplo: a una
madre le dan una queja de que su hijo le habló mal al profesor, la madre siente
vergüenza por lo que hizo su hijo, no ella. En este sentido, cuando sabemos que
ese “algo” puede ser mejor de lo que ha sido.
3)
Cuando el hombre/mujer hace algo mal
y no quiere ser descubierto se esconde. Este si es más preocupante, cuando estamos
envueltos en el pecado y no queremos ser descubiertos nos escondemos, cuando
hay algo que sabemos que no está bien, pero por alguna razón no nos apartamos
de ello, tendemos a escondernos. Por qué es preocupante? Porque cuando estamos
en tinieblas no queremos ir a la luz para que las obras no se pongan de
manifiesto. Tales cosas sí pueden influir en que llevemos una vida espiritual
fría, y vivir apartados de la verdad.
Ilustrándonos un poco más:
Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el
huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia
de Jehová Dios entre los árboles del huerto. (Gen 3:8)
Qué ocurrió? Adán y Eva se escondieron por la desobediencia.
Hoy día cuando reconocemos que hemos estado en
desobediencia y nos arrepentimos muchas veces entra la vergüenza y nos escondemos,
porque hay temor a la amonestación.
Como consecuencia el hombre/mujer se esconde por el pecado. Aquí sale del
corazón del hombre su tesoro:
Me
arrepiento, confieso y no lo hago más?
Pero y si me gusta el pecado
en el que estoy?
He aquí me echas hoy de la tierra, y de tu presencia
me esconderé, y seré errante y extranjero en la tierra; y sucederá que
cualquiera que me hallare, me matará. (Génesis 4:14).
Hasta Caín en su pecado, mejor prefirió esconderse
de la presencia de Dios. Esto creo que todos los hijos de Dios en un momento
dado lo hacemos, escondernos de la presencia de Dios, porque no resistimos la
santidad del Dios Altísimo, pero lo mejor que podemos hacer es reconocer a
tiempo y abandonar el pecado que nos ha causado escondernos.
Guárdame
como a la niña de tus ojos; Escóndeme bajo la sombra de tus alas. (Salmos 17:8)
Esta
plegaria fue hecha por el Rey David cuando se encontraba en un momento de
persecución. Por lo tanto el hombre/mujer se esconde cuando siente que está desprotegido o perseguido. Y en sí
no es malo, es un acto que como buen hijo le hace a su padre. Cuántos de
nosotros no nos escondemos detrás de papá o mamá para que nos ayuden a salir de
un lio?!
El avisado ve
el mal y se esconde; Mas los simples pasan y reciben el daño. (Pr. 22:3)
El que está en alerta, que está pendiente ve el
mal y se esconde, es decir, lo esquiva, se aparta para no recibirlo. El simple,
el que no está en alerta todo el daño lo recibe.
Y allí
se metió en una cueva, donde pasó la noche. Y vino a él palabra de Jehová, el
cual le dijo: ¿Qué haces aquí, Elías? (1
R. 19:9)
Este texto es muy versátil en sus enseñanzas,
pero el énfasis quiero hacerlo en que el Profeta Elías, luego de haber hecho
tan grandes proezas por la mano de Dios, fue a esconderse a una cueva a causa
de que lo estaba persiguiendo Jezabel para matarlo. Entonces el hombre/mujer se esconde por temor.
Mientras el profeta estuvo escondido en su
cueva, tomó aliento y fuerza para seguir adelante, por lo que el hombre/mujer se esconde para recobrar fuerza y aliento.
Otro aspecto importante es cuando nos
escondemos de la propia realidad, de nosotros mismos, cuando hay sentimientos “que
no se terminan de encontrar”, y eso no significa que tiene que haber un pecado
de por medio, o que no andamos en forma correcta delante de la presencia de Dios.
Nos escondemos de “todo y todos” cuando necesitamos tiempo para encontrarnos a
nosotros mismos. Suena a filosofía verdad?
Pero es así.
Todo hombre/mujer de Dios tiene un momento en
su vida en que necesita “esconderse en la presencia de Dios” para alimentarse,
edificarse y seguir adelante.
…Vuestra
vida está escondida con Cristo en Dios. (Col. 3:3).
Finalmente amad@:
Esconderse en sí, no
es ni debe ser obligatoriamente malo, todo es según cómo estemos. De qué? Quién? A
dónde? Dependiendo de las
respuestas a estas interrogantes identificaremos si nos escondemos por bien o
por mal. Sabremos si andamos íntegramente
en la presencia del Señor.
Pero como exhortación os digo: que el pecado o
todo acto que no le agrade a Dios, es mejor confrontarlo y apartarse rápidamente.
Dios es bueno para ayudarnos a enderezarnos!!
Mi oración es que este tópico traiga luz a
nuestra mente y corazón!!!
Paz y gracia!
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