LO QUE UN NIÑO ENSEÑA
Es interesante lo que podemos aprender de los niños, con su inocencia y dulzura conquistan hasta el más duro de los corazones, el hijo de Dios es llamado pequeñito según la Escritura.
Dios te bendiga pequeñito!!
Un niño siempre puede enseñar tres cosas a un
adulto: A ponerse contento sin motivo. A estar siempre ocupado con algo. Y
saber exigir con todas sus fuerzas aquello que desea. (Tomado del libro de la
Quinta Montaña de Paulo Cohelo).
Cuando leí esto la primera vez me dejo
pensativa. Y luego meditando llegue a la conclusión de que es muy cierto, y que
los adultos de vez en cuando se benefician de “portarse como niños”. J
Este
párrafo se puede bien aplicar a todo hij@
de Dios. A sus ojos nosotros somos “pequeñitos”, es como decir, somos niños, aún
tengamos la edad que sea, seguimos siendo niñitos para El, qué hermoso! Mejor le fuera que se le atase al cuello una piedra de molino y se le
arrojase al mar, que hacer tropezar a uno de estos pequeñitos. (Lc 17:2). En
este pasaje Jesús nos da su defensa y
protección, deja muy claro que todo aquel que intente hacer algún mal en contra
de uno de “sus pequeñitos” tendría serios problemas. Bueno…………… Y quién quiere
tener problemas con Dios?
Veamos cómo podemos llevarlo a nosotros como
pequeñitos de Dios:
A ponerse contento sin motivo.
Un niño por lo regular siempre está contento,
riendo y jugando o causando algún desastre (en el buen sentido de la palabra),
ya que al ser niño no advierten el peligro.
Dios es un Dios de alegría, de júbilo. Quiere
que todos sus hijos tengan gozo en su corazón. Y dice la palabra que de lo que
hay en el corazón de eso hablamos, cuando experimentamos el gozo, de eso damos,
transmitimos, y nos sentimos “felices”. Si nos hacen la pregunta “eres feliz?”
en un momento como este, creo que en un 99% la respuesta es Sí, para dejar el
1% de beneficio de la duda.
El libro de Proverbios 15:15 dice: “…Mas el de corazón contento tiene un
banquete continuo”.
Entonces a todos los hijos de Dios le es de
provecho estar contentos, con gozo en su corazón, para que se refleje de
adentro hacia afuera.
A estar siempre ocupado en algo.
Los niños siempre están haciendo algo, de vez
en cuando se quedan en silencio, pero busquen que algo hacen.
El pequeñito de Dios debe siempre estar ocupado
en los negocios de su Padre en primer lugar, como también en su vida personal. Esto
nos enseña que a Dios le gusta la gente esforzada así como las hormigas. Las hormigas, pueblo no fuerte, Y en
el verano preparan su comida (Proverbios 30:25). La comida que preparemos sea la que no
perece, esto es la palabra de Dios, día tras día, a pesar de todas las
ocupaciones y cosas que se añaden en el diario vivir.
Además de ver diligencia en nosotros para todo
lo que hagamos. Procura con
diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué
avergonzarse, que use bien la palabra de verdad. (2 Ti 2:15).
La diligencia qué es? Es poner cuidado,
atención, prontitud en lo que hacemos. En consecuencia cuando alguien es
diligente quiere decir que es cuidadoso, presta atención, es esforzado.
Esto significa que aún siendo niños podemos ser
de honra a nuestros padres, presentarnos delante de nuestros padres terrenales
así como nuestro Padre celestial aprobados, cómo? Obedeciéndoles, cumpliendo
con nuestras asignaciones, en la escuela, universidad, empleo, en todo que
andemos correctamente. Para con Dios
poniendo por obra los preceptos de Dios, buscando de su reino y su justicia con
diligencia, con amor, con cuidado y esfuerzo.
Dice la palabra que en toda buena obra en esto
pensad, pues el pequeñito de Jehová se involucra en todo lo que puede hacer,
para honra de la Gloria de Dios y para que su gozo sea cumplido.
Y saber exigir con todas sus fuerzas aquello
que desea.
Los padres, los que tienen sobrinos, los que
son abuelos, etc,. Saben por propia
experiencia que los niños son muy muy insistentes, a veces no entienden cuando
algo no se puede verdad?!
Como niños de Dios la palabra nos insta a lo
siguiente:
Pedid, y se
os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que
pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. (Mateo
7:7,8).
Como nuestro Padre, Dios conoce a fondo todo lo
que necesitamos y somos, pero hay algo, le gusta que seamos sinceros y le
declaremos lo que hay en nuestro corazón. En su sabiduría contestará o dará
solución a aquello que le pedimos. Además de ser constantes en la oración, orad sin cesar.
Hay otro aspecto que dice en el libro de
Santiago 4:3
Pedís, y no
recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.
Qué significa esto? Como niños pedimos cosas
innecesarias o para alardear delante de nuestros amiguitos.
Esto nos enseña que todo lo que pidamos a Dios
que sea para darle un buen uso, sea lo que sea, que le demos un uso correcto o
adecuado, que si es posible sirva para honrar a Dios y luego para nuestro gozo.
Que luego no sintamos vergüenza por ello.
Qué fantástico es!
Resumiendo: todos los hijos de Dios son para El
sus pequeñitos, a quienes cuida, alimenta, le da amor, protección y mucho más. Como
niños estemos contentos (en todo el tiempo posible), haciendo algo, (ya sea
para la misma obra de Dios o en nuestra vida personal) y pidamos a Dios (pero
examinemos que el uso sea bueno, adecuado).
Me ha encantado compartir estas palabras, y sé
que para ti que lo leas te será de provecho!
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