Custodios del evangelio
Muchas
bendiciones de parte de Dios para todos!
El evangelio ha sido, es y será uno de los
temas que más suscitan debates y controversias, muchos son portavoz del
evangelio y otros aspiran serlo. Algunos lo han tergiversado y otro siguen anunciándolo
de forma fiel a como está escrito. Algunos se hacen llamar embajadores de
Cristo y no lo son, en esta acción lamentablemente multitudes han sido
engañadas. A través del tiempo todos aquellos que anuncian el evangelio han
sufrido persecuciones, algunos perseveran y otros los embates de la vida los
aplastan.
En el día de hoy tenemos un pequeño pasaje que
nos demuestra que sí se puede anunciar y perseverar en el evangelio hasta el
final. Veamos cómo?
Nuestra
base bíblica es:
Y esto a pesar
de los falsos hermanos introducidos a escondidas, que entraban para espiar
nuestra libertad que tenemos en Cristo Jesús, para reducirnos a esclavitud, A los cuales ni
por un momento accedimos a someternos, para que la verdad del evangelio
permaneciese con vosotros. (Gálatas 2: 4,5).
La situación que se estaba viviendo en el
momento inmediato en que el Apóstol Pablo va a visitar la iglesia en Galacia es
que había hermanos nativos judíos creyentes del anuncio de salvación y había nuevos
gentiles convertidos al evangelio de Cristo. Los primeros no aceptaban a los
segundos. Sumado a esto los falsos hermanos que eran infiltrados entre los
creyentes para convencerlos de que no sigan el evangelio que se le predicaba.
Tenemos dos vertientes:
Uno.
-Y esto a pesar de los falsos hermanos introducidos a
escondidas, que entraban para espiar nuestra libertad que tenemos en Cristo
Jesús, para reducirnos a esclavitud-
Dice la palabra que todo aquel a
quien el hijo del hombre libertare, será verdaderamente libre. La pregunta
puede ser: de qué nos libertan, y a qué
libertad nos conducen?
El evangelio es buenas nuevas,
noticias nuevas y buenas. Antes de conocer y aceptar a Cristo como Salvador,
todos nosotros estamos sumergidos en nuestros delitos y pecados, la palabra
dice que el alma que peca esa morirá. En esta forma de vida, estamos muertos
espiritualmente por causa del pecado, estamos alejados de la gloria de Dios. Por cuanto todos pecaron, y están
destituidos de la gloria de Dios. (Romanos 3:23).
Una vez que confesamos a Cristo con nuestra boca y
creemos con el corazón para justicia, ya nuestra vida cambia, pasamos de un
estado de muerte espiritual a una nueva vida espiritualmente también.
Mientras vayas caminando en tu nueva
vida, encontrarás hermanos en la fe que no son reales, que fingen ser
seguidores y practicantes del evangelio y no lo son. Aquí es donde se aplica el
verso cuatro, de nuestra base bíblica, que los hermanos falsos son como espías
para hacer que los que están dentro del camino de Dios se salgan, nieguen la
veracidad de Cristo.
En nuestra vida, hallaremos muchas
cosas falsas como: bendiciones que creemos que es de parte de Dios y no es así,
palabras que nos ministran que creemos que es de parte de Dios y tampoco es
así, personas que se acercarán a nosotros para desviarnos y poco a poco
destruirnos, con la frase de “eso no es nada”, “un poco que hagas o digas de
esto no es nada”. Con estas pequeñas sutilezas se empieza a disuadir a un
creyente.
Es decir, que la “falsedad” en el
camino del evangelio será uno de los obstáculos
más fuertes y grandes que tendremos que enfrentar, para no volver a ser hijos
de desobediencia, para no volver a enlodarnos con el pecado.
Qué podemos hacer?
Pedir siempre a Dios el
discernimiento, sabiduría para detectar semejante mal. Además de permanecer en
una búsqueda constante de Dios.
Dos.
Dice en el verso cinco de nuestra
base bíblica:
A los cuales ni por un momento accedimos a someternos,
para que la verdad del evangelio permaneciese con vosotros.
Una de las actitudes más admirables
del Apóstol Pablo en este pasaje de estudio, es que tenía una valentía y
determinación contundente, aunque en su persona física fuese sometido a
cualquier tipo de calamidad, este hombre estaba plenamente convencido del
evangelio que predicaba. A Dios sea la gloria!
Hoy día todo creyente en ese mismo evangelio que ha sido
dado a conocer de generación en generación, necesita este tipo de valentía y
determinación para seguir anunciándolo y para resistir a los falsos religiosos
que andan desvirtuando la verdad de Cristo.
Esto nos deja una enseñanza profunda y es que el evangelio lo debemos cuidar como si fuera una parte de nuestro propio cuerpo, así como velamos y protegemos cualquier otra posesión, así debemos ser guardianes o custodios primeramente en nuestro propio andar y luego para con los demás.
*Hay cosas que se pueden cumplir
lícitamente, pero cuando no se pueden hacer sin traicionar la verdad, deben
rechazarse. No debemos dar lugar a ninguna conducta por la cual sea rechazada
la verdad del evangelio.
Es decir, aquellos que se dedican a
desviar a los que creen de forma genuina en el evangelio son como traidores.
Porque éstos son falsos apóstoles,
obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. Y no es
maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. (2 Corintios
11:13, 14)
Finalmente, cómo podemos perseverar
y ser custodios del evangelio de la fe? De la siguiente manera:
El mismo Apóstol nos da la solución
principal: No acceder aquellas malas insinuaciones. Para que la verdad del
evangelio permaneciera en la iglesia de los gálatas.
Entonces: primeramente nosotros no
debemos acceder, al contrario debemos de resistir la mentira y falsedad para
que el evangelio siga en nosotros.
Dependemos de Dios para llevar a cabo toda
labor en el evangelio de forma exitosa, una de estas labores es cuidar,
proteger el evangelio de todos aquellos falsos hermanos y todas aquellas
falsedades que no van acorde con la palabra de Dios.
Pidamos a Dios la valentía y
determinación de creer en Su palabra para difundirla y compartirla con otros.
Pidamos a Dios el discernimiento
para reconocer el trigo de la cizaña, al creyente genuino del que no lo es.
Permanecer unidos a Dios, mediante
su Santo Espíritu.
Te recomiendo complementar esta interesante enseñanza con liderazgo para servir
*Mathew Henry, comentario de la
Biblia.
Paz y Gracia!
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