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9/10/13

Deberes de la oveja para con el pastor




Dios te bendiga y te haga prospero a ti que estás leyendo estas líneas!



Para hoy presentamos el siguiente punto de análisis, que es el deber o deberes que tienen la oveja o miembro de la iglesia para con su pastor, y/o líderes que se encuentran al frente de la obra de Dios. Queremos despertar la conciencia crítica de cada persona y de igual forma formarnos en cuanto a nuestra vida cristiana y fomentar el sentido de pertenencia de cada quien hacia sus líderes espirituales.



También esto se aplica a cualquier otro lugar, grupo, institución al que nosotros estemos afiliados, o prestemos un servicio. 


Acompáñame!


Como base tenemos a:


Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios; considerad cuál haya sido el resultado de su conducta, e imitad su fe. (Hebreos 13:7).

Cada nueva persona en el camino de Dios, como punto inicial comienza a congregarse en una iglesia de forma permanente, cuando llega encuentra a un ángel o cuidador llamado “pastor/a”.  

Por referencia sabemos que el pastor es quien está al cuidado de la iglesia, y entendemos que es el que tiene que ver con todo, y si algo acontece bueno o malo se lo atribuimos al pastor.  Muchas veces llegamos a pensar que la iglesia sólo le pertenece al pastor, y nos quedamos ajenos, somos como turistas que llegamos escuchamos, participamos, al final nos vamos.

Entendemos que el pastor/a tiene responsabilidades o compromiso con nosotros, pero alguna vez nos hemos preguntado: tengo yo compromiso con mi pastor/a?

Si responde positivamente, pregunto: estoy cumpliendo con mi deber o se lo estoy delegando a otro?

Si responde negativamente, es tiempo de ser agradecido y cumplir con su deber.

Si nos damos cuenta el pastor/a, cuenta con un equipo de trabajo o apoyo que es el “cuerpo ministerial”, cada uno con una tarea en especial para hacer. Es decir, que aparte del pastor, debemos tener respeto y obediencia a los líderes de la congregación.

Por qué?

Porque entendemos que la única persona que toma decisiones o que tiene autoridad es el pastor, pero se nos olvida que hay otros líderes cerca del pastor que también se les ha dado autoridad para desempeñar y estar al frente de la obra.


El miembro tiene los siguientes deberes:


Uno. 
Tener confianza hacia su pastor/a.  Así como acercase al líder con el que usted se sienta identificado.

Dos. 
Cada persona debe orar constantemente por su pastor/a.  Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias. (Colosenses 4:2). Cada vez que oremos, presentemos a Dios a nuestros pastores así como los líderes de la iglesia.

Tres. 
Cada ovejita debe ayudar a su pastor. En qué? En todo lo que pueda ser posible. En toda iniciativa de trabajo, o en cualquier otra colaboración que sea de parte de Dios. Y según cada quien sienta hacer.

Cuatro. 
La iglesia debe ser fiel a sus pastores. Así como cuando tenemos pareja y queremos que nos sea fiel, así mismo, nosotros debemos ser fieles, porque si no somos fieles con quien podemos ver, cómo seremos fieles a Dios a quién no vemos?

Cinco. 
Es muy importante que le comuniquemos al pastor/a, nuestros problemas, inquietudes de índole espiritual, por qué? Porque es quien vela por nosotros, y es quien nos puede ayudar, antes de hablar con cualquier persona, es mejor hablar primero con nuestro pastor, no a todas las personas le podemos andar diciendo nuestras cosas, aunque sean hermanos en la fe y estén con nosotros todos los días.  En esto seamos cuidadosos.




Seis. 
Prestar atención. Todo cuanto se haga en la casa de oración, toda palabra que se diga, es bueno prestar atención, para que estemos al día, ayudar, recibir palabra, para luego nazcan los frutos de ella.

Siete. 
Asistir puntual a cada servicio. Este sí es un punto en el que nosotros nos acomodamos, todo tipo de excusa la hacemos válida para justificar la tardanza en la llegada al servicio.  Hay contratiempos que se presentan, es cierto, pero cuando no haya ningún obstáculo, lleguemos lo más temprano que podamos, que si llegamos tarde que no pase de cinco o diez minutos.

Ocho. 
Asistir con cierta regularidad o frecuencia a los servicios. Es verdad que tenemos responsabilidades, el trabajo, los niños, la universidad, entre otras, aquí recomiendo que examinemos bien nuestro tiempo, para que le demos a Dios lo mejor.  Si no hay compromisos con nadie en el día o en la semana, y tenemos el dinero para pagar pasaje o echarle combustible al vehículo, vayamos al tabernáculo de Dios, no nos quedemos en casa haciendo nada.
Ahora bien, si por alguna situación ajena a su voluntad no puede ir, hágaselo saber a sus líderes en el momento adecuado.

Nueve. 
Amor. Así como crecemos delante de Dios y de los hombres espiritualmente, crezcamos en el amor a la obra de Dios.  Cuando tenemos amor a la congregación, nos duele todo lo que pase en la iglesia, desarrollamos el sentido de pertenencia en el lugar donde estamos, echamos raíces, tenemos fundamento.
Muchas personas dejan de ir a una iglesia por la distancia, pero he visto otros que siguen yendo a su iglesia a pesar de la distancia, aunque sea dos veces por semana, la distancia no representa impedimento para decir presente, aquí estoy, vine a rendir alabanza a Dios.
Ahora bien, esto es algo muy personal de cada quien, pensemos en eso bien, y luego tomemos decisión, que sea conforme a la voluntad de Dios.

Diez. 
Al tener amor, damos de forma consiente nuestras ofrendas y diezmos.  No necesitamos que nadie nos recuerde esto, sabiendo que es parte de nuestra comunión con Dios, más allá de los pastores o lideres.

Once. 
Comunicar plan de mejora. Es nuestro deber que si sentimos dar una idea para mejorar alguna cosa, lo hagamos saber a las personas correctas, y tengamos el compromiso de involucrarnos si es necesario.  No empecemos a murmurar, mejor hagamos lo que tenemos que hacer y todo saldrá mejor.

Estos puntos forman el servicio que tu y yo damos, posteriormente nos puede llevar a una posición de liderazgo, te  invito a que leas liderazgo para servir para que enriquezcas tu lectura. 


Sirviendo de buena voluntad, como al Señor y no a los hombres. (Efesios 6:7).


Si tienes alguna otra idea en cuanto al deber de la oveja para con su pastor, será bien recibida, así crecemos en entendimiento y sabiduría, apoyándonos unos con otros. 

Paz y gracia

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